martes, 14 de diciembre de 2010

A CONTRACUERPO

Es increíble lo extremadamente bien hechos que estamos. Nos miren por donde nos miren. Observad cualquier parte de vuestro cuerpo, no lo penséis demasiado. Un nudillo, una ceja, el dedo meñique… Todo, absolutamente todo cumple una misión esencial e imprescindible en nuestro cuerpo. Todo funciona a la perfección en un mecanismo impoluto diseñado al milímetro.

¿Cuantas veces nos ha pasado de hacer un deporte nuevo y comenzar a sentir músculos donde no sabíamos que existían? ¿O en cuantas ocasiones, uno de estos perfectos mecanismos nos ha fallado y entonces nos hemos dado cuenta de toda la labor que desempeñaba silenciosamente? En mi caso, por curioso que parezca, hasta día de hoy no había valorado adecuadamente a mis músculos de la espalda. Desde aquí mi más profundo respeto.

Abracemos, usemos y recompensemos a nuestro cuerpo. Es un patrimonio personal único. Mimemos cada día cada uno de nuestros músculos, arterias, vértebras y falanges. Nunca sabemos cuando se pueden declarar en huelga y abandonar el hogar sin previo aviso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario