martes, 22 de noviembre de 2011

VIDA DE NUEVO

Me sigue maravillando lo alucinante del mecanismo humano. Que un bichillo con ojos, naricita, boquita y unos mil millones de cosas más, sea capaz de provenir de una célula inicial, del vientre de una madre, del perfecto engranaje que llevamos dentro, me sigue dejando boquiabierta.

Pero lo que me deja todavía más boquiabierta si cabe, es la facilidad con la que esa criaturita exhala aire, busca el contacto con la piel, aprovecha el alimento, se adapta a estar rodeado de un montón de personajes nuevos…

Somos fábricas de crear personitas con todos sus botones, somos mecanismos perfectos, somos seres totalmente alucinantes.

Se nota que ayer repetí en mi papel de tía, ¿no? Todavía me envuelve ese aroma de bebé infinito, proveniente de ese pequeñín llamado Leo que ya se nos ha enganchado al índice, a las entrañas, a las costillas. Un besazo enorme desde aquí preciosito.

También sé, que un hijo tira de tal manera del corazón de quien lo cría que sería imposible o muy difícil que mi padre hubiera olvidado ese lazo invisible y sólido que pese a todo nos une.

Un milagro en equilibrio. Lucia Etxebarría

4 comentarios:

  1. Enhorabuena!!! Y me encanta que ademas le hayas puesto el arbol d ela vida, porque va de eso... Nacmiento, vida, perfeccion... Eres una artista. Besos para ti y el peque.

    Sergio

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  2. Sergio: ¡Gracias! Si, El árbol de la vida retrata perfectamente como me sentí cuando vi aparecer a esa criaturita minúscula: agolpamiento de emociones.

    Gracias de nuevo y más besos para ti.

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  3. Todos los presuntos milagros, toda nuestra vanidad y nuestros arduos y complejos problemas, son carbonilla que se va en un soplido en cuanto se comparan con la vida, con ese misterio al que, sin querer, nos acostumbramos.

    Enhorabuena una vez más, por eso de ser tía ayer y por aquello de nacer en su momento.

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  4. HombreRevenido: Y que lo digas… Imagino que el amor filial inmensurable no más que una consecuencia natural de esa fascinación inicial…

    ¡Muchas gracias de nuevo! Si cuando yo nací fue la mitad de emocionante que ayer, ya pago entradas de primera fila.

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