sábado, 31 de diciembre de 2011

ASOMANDO

Se acaba el año… De nuevo, ya estamos a 31 de Diciembre… Día de balance, de sopesar todo lo que ha dado de sí el año. De lo tremendamente bueno que nos ha dado por un lado, de los disgustos, errores y ostias convertibles en lecciones por el otro. Un día de saborear la fortuna de todo el año, de sentirse dichosa, de guarecerse en la nueva persona que en que el año transcurrido nos ha modelado.

En mi caso, quizá la palabra más representativa de este año sea cambio, renovación… Qué deciros, ha habido sorpresas, descubrimientos, trabajo, reencuentros, satisfacción, sonrisas y alegría… En resumen, yo lo clasifico como un año tremendo, año de despegue, de luz y de felicidad. Como siempre, gracias.

Espero que en vuestra reconstrucción –sea consciente o inconsciente- también haya mucha alegría y entusiasmo por abalanzaros hacia el 2012. Que éste, el año nuevo, sea como mínimo tan chispeante y salao como éste. Chin chin.

En el buzón de tiempo hay alegrías que nadie va a exigir, que nadie nunca reclamará y acabarán marchitas añorando el sabor de la intemperie y sin embargo, del buzón de tiempo saldrán de pronto cartas volanderas dispuestas a afincarse en algún sueño donde aguarden los sustos del azar.

Buzón del tiempo. Mario Benedetti

No hay comentarios:

Publicar un comentario