domingo, 26 de mayo de 2013

TAN REAL



Será que ando últimamente un poco surrealista con el Murakami que me estoy leyendo –Baila, baila, baila, con el hombre-carnero y compañía-, o que últimamente ando tan concentrada que hablo con los ordenadores como si fueran personas –al más puro estilo Asimov- o que yo siempre fui una enamorada del Mundo Feliz con su visión terrorífica y tan asombrosamente real del futuro.

Sea lo que sea, el caso es que hace tiempo comencé a ver –casi con desgana- una serie que me habían recomendado –no suelo ver series porque no se racionármelas, tengo que ver el siguiente capítulo y luego el siguiente, y el siguiente… - pero esta, era cortita, cada capítulo duraba media hora y sólo había tres capítulos. Algo así es razonable, así que me adentré en el Black Mirror y … aún sigo estupefacta.

Esa serie –o esos tres cortos- fueron como si se hubiera concentrado un amasijo de visiones futuristas, donde la tecnología nos superado y lo que nos domina son reality shows, móviles, cámaras o la publicidad… Algo que nos suena amenazadoramente cercano pero sin dejar la intriga de lado. Creo que es una gran obra maestra de ciencia ficción del siglo XXI.

Pues bien, resulta que hay nueva temporada y ayer ataqué la primera de las nuevas tres –ardo en deseos de ver las otras dos, pero no tengo más tiempo-. Y yo es que me quito el sombrero. El nivel no ha descendido en absoluto. Con deciros que llevo todo el día hoy con el runrún en la cabeza. Es algo nuevo, diferente, fresco. No dejéis de verla, es imprescindible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario