lunes, 30 de noviembre de 2015

PLUMAJE INTERIOR



Siempre me he considerado una persona diurna, es decir al máximo de mis energías por la mañana y con un apagamiento paulatino con el tiempo que hace que llegue por la noche en estado bastante catatónico, sobre todo entre semana. Este tipo de personas somos lo que los científicos denominan alondras. Por otro lado, los llamados búhos, son aquellos que experimentan justamente el comportamiento contrario. Las primeras horas del día las viven en un letargo y conforme pasan las horas se van desperezando para llegar al grado máximo de actividad por la noche.

Todos conocemos personas de ambos tipos. En particular, en el mundo de la ciencia –en le que cada uno cincelamos nuestros horarios y costumbres a nuestra manera- es bastante común encontrarse búhos por doquier. Es más, recuerdo que durante mis estudios universitarios, había gente que sólo veía en fiestas porque nunca coincidíamos durante el día.

Lo curioso de esto, es que hasta hace poco se pensaba que esta clasificación de cronotipos era básicamente universal para clasificar a los humanos: se es búho o alondra. Es más, hasta ahora se había medido que las alondras suelen irse a dormir unas dos horas antes que los búhos. El caso es que estudios recientes han encontrado que existen dos tipos de personas más: los energéticos –aquellos que están activos mañana y noche- y los ralentizados –aquellos que se sienten apáticos todo el día-. Colibrí y albatros proponen bautizarlos en este artículo.

El caso es que ser del primer grupo, energético, está casi casi del orden de los superpoderes, ya que en media son los únicos que son capaces de dormir media hora menos que los tres otros grupos. En mi caso, aunque adoraría ser colibrí, me temo que no puedo dejar de bostezar continuamente a eso de las once de la noche. No deja de ser una lástima, porque sigo manteniendo que la vida es demasiado corta para pasarla durmiendo.

2 comentarios:

  1. Yo soy albatros cuando estoy de resaca, colibrí alguna semana de subidón, pero casi siempre búho. Y vivo con una alondra. Ya está la pajarería montada.

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  2. HombreRevenido: Ahí, con un poco de sal y pimienta, claro que sí. No esperaba menos de un chimpancé como tú.

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